Femina Sapiens es un proyecto fotográfico que reclama un saber femenino relacionado con la tierra y la ancestralidad. El punto de partida es personal, posicionado e individual, mi interés por la Sierra de Tramontana en Mallorca, pero, actualmente, el alcance se ha ampliado e interpela a toda una colectividad. Las mujeres son las protagonistas de un conocimiento vivencial que conecta con el cuerpo y la naturaleza en su estado más puro.
A lo largo de los años he desarrollado un vínculo muy fuerte con la Sierra de Tramontana, paisaje donde práctico senderismo y que se caracteriza por una vegetación y forma de construir muy especial: la “pedra en sec”. Esta técnica, declarada patrimonio inmaterial de la humanidad y usada por las poblaciones desde la prehistoria, consiste en encajar las piedras sin necesidad de material aglomerante, buscando el máximo contacto entre ellas para dejar que la masa del conjunto y la gravedad actúen. Su presencia no solo es paradigma de sostenibilidad, sino que transmite una fuerza primitiva, ligada al pasado y en estrecha comunión con los elementos naturales a su alrededor. Desde que comencé a pasear por sus rutas y caminos fui consciente de esta energía y de la conexión que sentía con las montañas, los árboles, la fauna, los vestigios históricos y, sobre todo, las rocas. Tuve la necesidad de fotografiarlo, de intentar capturar la manera en la que el paisaje se comunicaba conmigo. Con el tiempo, mi intuición se afinó: percibía la magia, los secretos, la sabiduría recogida por mujeres que habían habitado el territorio previamente, practicado ritos, invocado diosas…La intensidad del recorrido me llevó a compartirlo, a contactar con otras mujeres que me ayudasen a expresar en imágenes la relación de interdependencia con la naturaleza. Una relación basada en el instinto, la experiencia, el tacto, la escucha atenta de lo que cada roca y cada planta tiene que contar. Un conocimiento que siempre ha sido abanderado por brujas, parteras, médicas, sabias que conjuraban juntas.
El resultado es una serie de fotografías en blanco y negro que construyen un doble relato, biográfico y coral: por un lado, algunos rincones del paisaje y las mujeres situadas en ellos manifiestan mi propio sentir hacia la naturaleza y las ruinas cargadas de historia; por otro, invito a compañeras de cualquier edad, cuerpo y condición a que expresen su vínculo y motivación con el lugar que las acoge. Sentimientos de libertad, expansión, intimidad, recogimiento, unión o sororidad brotan al pasear descalzas por la tierra y coincidir en un mismo transitar. A nivel estético, las imágenes se traducen en un universo oscuro, cargado de texturas y una simbología ecléctica. Animales, llaves de acceso, caracolas, libros, grietas, rocas y más rocas…Mi intención es trasladar al espectador a escenarios enigmáticos y atmosféricos en los que pueda experimentar ese sentimiento que describió Tanizaki “de que el aire en esos lugares encierra una espesura de silencio, que en esa oscuridad reina una serenidad eternamente inalterable...”